Cuenta el autor de Los dos cuchillos que, en sus tiempos, apenas
fallecía un obispo se apresuraban a heredarlo familiares y
domésticos, y compruébalo con lo que pasó a
la muerte del limeño Don Feliciano de la Vega, electo para
el arzobispado de Méjico. A su ilustrísima lo
despojaron hasta de los calzoncillos.
El Ilmo. Sr. Don Manuel Jerónimo Romaní, natural de
Huamanga, desempeñaba en 1765 el obispado del Cuzco,
cuando una noche, agravada la dolencia de que padecía,
quedose exánime; y hasta el médico,
teniéndolo ya por difunto, dijo a los familiares:
-¡Ea, amigos, amortajen a su ilustrísima!
Los canónigos, que esperaban noticias en la sala,
derramaron unas cuantas lágrimas de cocodrilo,
enjugáronselas luego con el dorso de la mano, y
dijeron:
-Pues señor, sede vacante y a trabajar por ella, que a
camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Uno de los familiares quiso tener prenda de su
ilustrísima, y enamorose de un cuadrito de la Virgen que,
con marco de oro, tenía el difunto a la cabecera del
lecho. Para descolgarlo tuvo necesidad de encaramarse, y sin
respeto al cadáver apoyó la rodilla sobre el
estómago de éste. El muerto se estremeció,
lanzó un gemido y arrojó una apostema, que era el
mal que lo llevaba a la tumba.
El enamorado, no sé si del marco o de la pintura,
echó a correr, gritando como loco:
-¡Milagro! ¡Milagro! ¡Su ilustrísima
resucita!
El obispo Romaní entró en convalecencia y
gobernó su diócesis por dos años más,
gracias al ladronzuelo que, sin quererlo, hizo por él lo
que no lograron médicos ni remedios de botica.
Los canónigos fueron en corporación a visitarlo, y
le dijeron:
-Damos gracias a Dios, dispensador de todo bien, por habernos
conservado la preciosa existencia de su señoría
ilustrísima, evitándonos que pasemos por el dolor
de proclamar la iglesia del Cuzco en sede vacante.
El Sr. Romaní, que era un poquito tartamudo,
contestó sonriendo:
-¡Gracias! ¡Gracias! Se han escapado ustedes de
entrar en sede rapante.
¿Fue esto un lapsus linguæ, o quiso el señor
obispo decirles que se les había frustrado el plan de
andar a la rebatiña por la mitra?