La provincia de Cotac-pampas (llano de mineros) estaba en los
tiempos del último inca dividida en dos cacicazgos, cuyos
límites marcaba la cordillera de Acca-cata.
El más importante de los cacicazgos era conocido con el
nombre de Yanahuara y su vecino con el de Cotaneras. Aún
existen, en ruinas, los dos palacios que habitaron los
respectivos señores feudales.
El cacique de Yanahuara tenía ya reunida inmensa cantidad
de oro para contribuir al rescate de Atahualpa, cuando
recibió la noticia de que los españoles
habían dado muerte al soberano. El cacique mandó
construir entonces una escalera de piedra que le sirvió
para transportar el tesoro a la empinada cueva de Pitic; luego
hizo destruir la escala y se enterró vivo en aquella
inaccesible altura.
Los naturales agregan que en ciertos aniversarios fúnebres
se ve, en medio de las tinieblas de la noche, un ligero
resplandor, que para ellos representa el espíritu de su
cacique vagando en el espacio.
En la época de los incas se sacaba mucho oro de los
terrenos auríferos de Cotac-pampas; y aún es fama
que en 1640 trabajaban cuatro portugueses la mina Hierba uma con
pingüe provecho. Una noche armose entre ellos grave
pendencia, recurrieron a las armas, murieron tres, acudió
la justicia, y el portugués que quedó con vida,
para no caer preso acercó la lámpara a un barril de
pólvora, cuya explosión ocasionó el derrumbe
de la mina.
En el primer año de la fundación de Lima dispuso Don
Francisco Pizarro que se trajesen en trahilla indios de los
alrededores de la ciudad para que sirviesen de
albañiles.
El cacique de Huansa y Carampoma se negó tenazmente a
cumplir una orden que humillaba la dignidad de los suyos; y en la
imposibilidad de oponer resistencia al despótico mandato,
prefirió a ser testigo del envilecimiento de sus
súbditos, enterrarse en una cueva, cuya boca hizo cubrir
con una gran piedra labrada.
Hoy mismo, siempre que los indios de la provincia de
Huarochirí celebran sus fiestas, llevan flores y
provisiones que colocan sobre dicha piedra y consideran el nombre
del cacique como el de un genio protector de la comarca.